miércoles, 4 de noviembre de 2015

EL EXPRESIONISMO






El expresionismo surgió como reacción al impresionismo: así como los impresionistas plasmaban en el lienzo una “impresión” del mundo circundante, un simple reflejo de los sentidos, los expresionistas pretendían reflejar su mundo interior, una “expresión” de sus propios sentimientos.

Así, los expresionistas emplearon la línea y el color de un modo temperamental y emotivo, de fuerte contenido simbólico. Esta reacción frente al impresionismo supuso una fuerte ruptura con el arte elaborado por la generación precedente, convirtiendo al expresionismo en un sinónimo del arte moderno durante los primeros años del siglo XX.

El expresionismo supuso un nuevo concepto del arte, entendido como una forma de captar la existencia, de traslucir en imágenes el sustrato que subyace bajo la realidad aparente, de reflejar lo inmutable y eterno del ser humano y la naturaleza.

Así, el expresionismo fue el punto de partida de un proceso de transmutación de la realidad que cristalizó en el expresionismo abstracto y el informalismo.

Los expresionistas utilizaban el arte como una forma de reflejar sus sentimientos, su estado anímico, propenso por lo general a la melancolía, a la evocación, a un decadentismo de corte neorromántico.


Expresionismo es aquel movimiento cultural nacido en Alemania en los inicios del siglo XX que tuvo su manifestación en varios campos del arte como la música, el cine, el teatro, la danza, la fotografía, aunque su primera y principal expresión se encuentra en la pintura, algo que también ocurrió con el impresionismo, la corriente cultural que lo antecedió, por la cual reaccionó fervientemente y que también dispone de un rol protagónico en diversos campos del arte, especialmente en la pintura.

Más que imponer un estilo propio con características comunes respetadas por todos sus adeptos, el expresionismo fue un movimiento eminentemente heterogéneo que convocó a diversos artistas con las más diferentes tendencias formaciones y niveles intelectuales, pero con una coincidencia: la reacción en común contra los postulados del Impresionismo, es decir, básicamente surgió como un opuesto a este y como una alternativa diferente al mismo.

Así como el Impresionismo surgió como una reacción ante el academicismo que promovía la Academia de Bellas Artes Francesa, el Expresionismo, nació motivado por ser una propuesta alternativa y diferente al Impresionismo.

 

Los expresionistas, básicamente, defendían un arte más intuitivo y personal, donde lo que mandase es la visión interior del artista, la expresión versus la impresión. La intensidad de la expresión más sincera del artista es la máxima del Expresionismo, inclusive si en ese afán se atenta contra el equilibrio de la obra.

Ya no interesa representar de manera real y objetiva la realidad de lo que sucede sino que el artista exprese en pleno sus emociones y sus sentimientos, que como veremos más adelante es ciertamente pesimista y la angustia dominará la estética.

Generalmente, al expresionismo se lo interpreta como la deformación de la realidad para expresar de la manera más subjetiva posible tanto la naturaleza como el ser humano, dándole prioridad a la expresión de los sentimientos más que a la descripción objetiva de las cosas y la realidad.

Algo que hay que resaltar mucho es que fue un movimiento vinculado desde su nacimiento a la coyuntura político y social.

Haciendo uso de colores violentos, fuertes y adueñándose de temáticas como la soledad y la miseria, el expresionismo fue un vehículo para expresar toda esa amargura y tristeza que dominó el círculo artístico e intelectual de la Alemania en la pre guerra, durante la misma y el momento post - bélico.

Expresionismo

Es decir, al Expresionismo no se lo podría haber concebido sin el Impresionismo pero tampoco sin la coyuntura recién mencionada porque la misma fue la causante de la mayor parte de las características que definieron este movimiento: expresión de emociones, la angustia en el centro de la escena, exageración en la presentación de los temas para impactar al espectador. Por ello es que los colores fuertes, y puros, las formas sinuosas y la composición violenta dominaban las obras.

Esa amargura dominante se transformó en anhelo por querer cambiar la vida, explorar nuevas dimensiones en la imaginación y renovación de los lenguajes artísticos imperantes hasta ese momento.

No fue casual tampoco que se desarrollase en Alemania, una nación que por aquellos tiempos se veía ciertamente sacudida por la desazón que los acontecimientos sociales y políticos producían en la gente y que los artistas tan bien sabían representar.

Entre sus representantes más destacados nos encontramos con:

Ernst Ludwig Kirchner


      



Karl Schmidt-Rottluff



 

Gabriele Münter


       

Alfred Kubin


 

Da click en el siguiente vídeo para saber más.

1 comentario:

  1. Genial, muchas felicidades. Una información muy completa. Yo ya había visto información sobre este expresionista Alfred Kubin, sus pinturas muy sobrias, muy fuertes hasta cierto punto, de esta corriente artisitica me agrada el trabajo que realizo Kubin.

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